AMALAMAR

AMALAMAR surge con el propósito de contribuir a situar al Perú como líder en la protección y el cuidado del mar. El excepcional océano que vive y late junto a nosotros nos obliga a asumir esa responsabilidad, no en vano posee la mayor biomasa de anchoveta del mundo.

Para cumplir con este fin, AMALAMAR realizará un proyecto piloto durante cinco años en 80 colegios para que los alumnos de primaria inscriban en su alma y en su cerebro el amor y el respeto por ese generoso mar y que aprendan a amarlo, cuidarlo y protegerlo. Este proyecto se complementará con alimentación, fundamentalmente de productos marinos.

El Estado debe ser el primero en respetar los Derechos del Mar, ello obliga a la formalización de SEDAPAL y a que esta empresa aplique o desarrolle tecnologías para que los desagües de las ciudades no viertan sus desechos al mar. El tratamiento primario del nuevo proyecto La Chira aleja las bacterias de la costa pero no las elimina. Por la salud de los bañistas y consumidores de productos marinos, y porque para los peces no existen fronteras ni zonas de exclusión, eso debe ser modificado. SEDAPAL y la empresa concesionaria tendrían que reformular el proyecto y tratar el agua —recurso escaso y no renovable— para que esta sea usada en desiertos, áreas verdes y en bosques que deben crearse.

Asimismo, el Perú deberá colocarse sobre el promedio en la creación de reservas marinas, que es la manera más civilizada de proteger el mar. Menos del 0.8% en el mundo es reserva marina, cifra ridícula y vergonzosa para la Tierra, y el Perú está por debajo de ese promedio.

Esta revista nace también para convocar al grupo que promoverá la certificación de origen de nuestra anchoveta. Creemos que ese es el camino para que los pesqueros vayan reconvirtiéndose por voluntad propia —como debe de ser— en empresas para consumo humano: el futuro.

Finalmente, AMALAMAR se propone convocar y juntar voluntades para la protección del mar: nuestra madre, el pulmón, la despensa y el espacio privilegiado de salud, alimentación, esparcimiento y biodiversidad.   Somos conscientes de que la relación de los seres humanos con el mar, en el sentido más amplio, es parte de nuestra cultura, de una herencia recibida pero también del legado que dejaremos a las futuras generaciones.

Armida Testino

Directora